En cafés TOMOCA seleccionamos con la máxima cura la procedencia de nuestros cafés, a los que damos una extraordinaria importancia tanto por su origen como a la forma justa y más adecuada en la que hayan sido cultivados. Tanto es así que llevamos décadas seleccionando los mejores arábigas y robustas del mundo para crear, como maestros cafeteros que somos, nuestro propio “blend”, una mezcla única de diferentes procedencias y de altísima calidad.
Una vez tenemos los orígenes seleccionados, iniciamos un proceso de cribado de los granos de café escogidos por tal de eliminar completamente las pocas impurezas que puedan presentar, y dejar así los granos en estado perfecto para su torrado. Damos mucha importancia a las condiciones de humedad de los granos de café para mantenerlos en las condiciones más óptimas.
El torrado del café es uno de los elementos que más influyen en el resultado final. Por eso damos mucha importancia en torrar por separado el grano, con la intención de conseguir la plena uniformidad de los diferentes orígenes. No inyectamos agua durante el proceso y seguimos los métodos tradicionales y más sabios, para conseguir dotar de las mejores percepciones organolépticas a nuestro producto final.
Antes de su envasado, nuestro café pasa por un proceso de despedrado que eliminará definitivamente cualquier mínima impureza que todavía pudiera presentar. Se trata de un nuevo proceso de lavado que garantiza la mejor calidad final y que una vez abierto el paquete, su aroma sorprenda al instante.